Gracia y Paz.
El dominio propio es el fruto del Espíritu que nos equipa para poder hacerle frente a los embates del enemigo. Las tentaciones en nuestra vida están a la orden del día, al más mínimo descuido podemos caer y los golpes son dolorosos. La palabra de Dios nos ordena a mantenernos alerta, porque nuestro enemigo el Diablo ronda como león rugiente, buscando a quien devorar. Reflexionen en todas las cosas que hemos tenido que enfrentar por no haber puesto en práctica nuestro dominio propio, nada agradables, ya fueron, ¿verdad?, entonces la próxima vez recuerda que todo un Dios mora en ti y te equipa con esa fortaleza que se llama dominio propio que no te dejará caer. Bendiciones
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