jeudi 5 mars 2009

Amabilidad (El fruto del Espíritu 5)

Gracia y Paz.
La amabilidad es una condición indispensable en aquellos que llevan a Dios en su corazón. Pablo en su carta a los Filipenses nos exhorta a que nuestra amabilidad sea evidente a todos (Fil. 4,-6) y cuando dice todos, quiere decir sin distinción ni discriminación. La amabilidad la ponemos de manifiesto al responder, al saludar, al recibir al prójimo. Que quien nos escuche y a quien acojamos sienta en su corazón el amor de Dios por medio de nuestro trato amable. El fruto de la amabilidad es de los frutos más gratificantes del Espíritu porque hermano, ¿díganme a quién no le gusta que lo traten con amabilidad?. Bendiciones.

1 commentaire:

Selene Mota a dit…

Amén, que así sea!... siento no haberte hablado con amabilidad ésta mañana...

Bendiciones y que en la misericordia de Dios seamos llenos por siempre de esta gran virtud.