mardi 23 octobre 2007

Cuidadito.

Cuídense de la levadura de los *fariseos, o sea, de la hipocresía.2 No hay nada encubierto que no llegue a revelarse, ni nada escondido que no llegue a conocerse.3 Así que todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad se dará a conocer a plena luz, y lo que han susurrado a puerta cerrada se proclamará desde las azoteas. Lucas 12,1-3

jeudi 18 octobre 2007

Eclesiastés 3,1

Gracia y Paz:

Les recuerdo

"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora"

Bendiciones

lundi 8 octobre 2007

Sometid@s

Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón!. Santiago 4,7-9

lundi 1 octobre 2007

Poner en práctica la palabra es una obligación.

Gracia y Paz

Desde el grado más básico del colegio hasta la última cátedra que escuchamos en la universidad hay un camino bien largo, mientras lo vamos recorriendo vamos escuchando cosas que necesariamente debemos en algún momento poner en práctica, no para vivir una vida de éxito si no simplemente para poder aprender a vivir.

Con la palabra de Dios pasa exactamente igual. Hoy en el séptimo año del tercer milenio tenemos la bendición y el privilegio de recibir el mensaje donde quiera, en la prédica de la iglesia, en una canción de la radio, en programas de televisión, en sitios de Internet, a través de la inmensa e iluminada bibliografía, en fin, no hay excusas.

Ahora bien, gozar de todas esas bendiciones nos crea automáticamente la obligación de ser cuerpos vivientes de ese mensaje. Lo cual hermano, únicamente se consigue poniendo en práctica la palabra.

En su libro, Santiago hace vida y ejemplifica una serie de momentos en los que el hombre debe dejar de ser hombre y ser verbo, tal como Cristo lo hizo. Yo, los quiero compartir con ustedes.

- Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere.

- Despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida.

- No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.

- El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es. Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.

- Consérvate limpio de la corrupción del mundo.

Santiago 1,19-27.
Recuerda, mientras más aprendo, más revelación en la palabra tengo y más responsabilidad divina adquiero. Que APERO es saber que Papa Dios puede contar conmigo. Bendiciones.