lundi 10 décembre 2007

Los nuevos sacrificios.

Gracia y Paz.
Los cristianos de casi todas las denominaciones conmemoramos en obediencia a través de la comunión el sacrificio que Jesús hizo por nosotros. El vino a ofrecer su cuerpo para que su sangre lavara todos nuestros pecados, tanto los que heredamos de nuestros antepasados, así como aquellos que en vida cometimos, para salvarnos de la muerte y para darnos vida eterna. Este sacrificio fue el último sacrificio con sangre que fue ofrecido al Señor.

Ahora bien, ya Jesucristo inmolado, hoy día estamos llamados a seguir ofreciendo sacrificios a nuestro Señor. Su palabra, tan clara como manantial de aguas mansas, nos exhorta a ofrecer continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir el fruto de los labios que confiesan su nombre. Igualmente, no debemos de olvidarnos de hacer el bien y de compartir con otros nuestras bendiciones, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios (Heb. 13,15-16). Hermanos, éstos son sencillamente los sacrificios del nuevo pacto, que como cristianos nacidos de nuevo, siempre y llenos gozo, debemos presentar a nuestro Dios. Bendiciones

Oración: Señor, te entrego mi boca para que sea siempre ese nuevo altar, donde toda palabra que de ella brote sea de bendición para todo aquel que la escuche. Permíteme recordar en todo momento que es por tu amor que me muevo y que para agradarte a ti y sólo a ti vivo todos los días de mi vida. Gracias Padre, Gracias Jesús, Gracias Espíritu Santo. En el nombre de Jesús, Amén.

1 commentaire:

Mich a dit…

Recibe todas las bendiciones que por Cristo Jesús son para ti.