Gracia y Paz.
Al leer el encabezado, de nuestra boca seguro que saldrá una ligera sonrisa o nuestra cabeza se moverá lentamente asintiendo. Y es que hoy, en el génesis del tercer milenio, esa es una de las verdades de la palabra más palpables en la vida de todo aquel que acepta el llamado de servir al Señor. El mundo esta repleto de cristianos que una y otra vez aceptan el llamado y confiesan con su boca la voluntad de seguir a Jesús dondequiera. Sin embargo, hoy Jesús nos sigue advirtiendo que “Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza”. Para qué? Justamente para que sepamos que seguirlo no obstante cualquier obstáculo que se nos atraviese en nuestro camino, que el agotamiento por servirle a el no es una opción, que no existen excusas que nos permitan descansar hasta llegar a vivir la vida en el espíritu, que no podemos detener nuestro tarea de cuidar y atesorar la salvación que por gracia nos fue dada. En nuestros tiempos también la cosecha es abundante, no obstante son pocos los obreros. Bendiciones